Domingo 20 de Marzo, aproximadamente 7:48 pm.
Luego de haber estado sentada casi todo el día en la mesa de comedor trabajando con Kelly en la tesis y de que el papá la venga a ver, me acosté en el mueble a hacer algo que casi nunca hago: ver televisión. De pronto abren la puerta y escuchó una señora que entra gritando. Para mi sorpresa y sorpresa de toda mi familia era Rocío con los hijos. Y quién es Rocío??? pues bueno, Rocío es una chica que fue vecina de nosotros en la anterior casa. Tiene dos hijos: Andrea de 13 años y Andrés de 12. La conocemos un poco más de los años que tiene su hija. Andreíta tiene parálisis motriz, es decir, no habla, no camina, no tiene manejo sobre sus extremidades, incluso no puede tragar por eso es bastante delgada, pero con todas sus incapacidades ella es consciente de todo, se ríe cuando la saludan, llora si la retan, mueve apenas los brazos para saludarte y despedirse, anda en una silla tipo andador de aquí para allá. Nos dio mucho gusto verla, la vimos en la barriga, cuando nació y cuando fue creciendo y también vimos cómo Rocío sufrió cuando se dió cuenta del problema de su hija y su lucha constante. Rocío parece haberse acostumbrado y aceptado de que su hija es especial. Ese día, a los casi 6 años de vernos, parece que el tiempo no ha pasado, Andreíta está más grande pero es igual a la niñita de 5 años que se fue a vivir a los Vergeles con los papás. Andrés está grande también, todo un joven, ya no se acuerda de nosotros, parece el hermano de Rocío JA JA JA JA, casi de la misma estatura. Rocío con los mismos problemas que tenía con el marido desde que eran mis vecinos, pero igual de fuerte, alegre, gritona, sin pelos en la lengua, ha sabido criar bien a sus hijos, es pensante y quiere lo mejor para ellos. Qué vieja que me siento cuando veo cómo han crecido los bebés que ví nacer, pero a la vez muy alegre de que estén bien.
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