Una difícil decisión

Vaya! Tenía todo planeado, el Sábado saldría con mis amigas del colegio, como nunca! a un antro nocturno jajajaja, bueno no tanto así, Baradero era la opción. La idea me emocionaba porque de verdad era la primera vez que iba a salir con ellas en la noche. El domingo sería el cumpleaños de Jenny y el Lunes iría al trabajo con las ojeras por el suelo, ni la crema de Avon antiojeras que me compré me salvaría. Pero como dice una de las leyes de Murphy: “Cuando mucho lo planeas, nunca sale como quieres” y así fue. (Este condenado Murphy debe haber tenido la misma suerte que yo para que le pasen tantas cosas).

El Sábado en la mañana me llama Jenny a invitarme a su cumpleaños que se lo iba a celebrar en la noche NOOOOOO!!!!!!!!!, y ahora???? Qué hago??? Salida o cumpleaños, salida o cumpleaños, salida o cumpleaños. Entonces pensé (como desde ahora me convenció pensar Lorena): “El cumpleaños es una vez en el año, no se vuelve a repetir, las salidas se pueden organizar en cualquier momento”. Iré al cumpleaños de Jenny, no se hable más. Al principio pensé hacerme la enferma y llamar a mis amigas una media hora antes de la hora en que decidimos encontrarnos y decirles que me sentía súper mal con un dolor de estómago insoportable, pero preferí decirles la verdad así que les envié un mensaje por celular: “Hola chicas, hoy c va a celebrar una amiga su cumple, recien me avisa, asi que no creo que vaya a baradero. Apart solo a confirmado karina”. Y en verdad, durante toda la semana la única que me recordó averiguar los precios y me confirmó su ida fue Karina, pero luego de ese mensaje recibo la llamada de Mariana preguntándome porque no iba, cuando estaba explicándole qué era lo que me había pasado se acabó la tarjeta (prefiero pensar eso a pensar que Mariana me colgó).

Y así, en la noche María Elena me escribe del celular de Paula: “Soy Ma elena Gracias por dejarnos plantadas nos vamos todos” a lo que yo le contesto: “Por nada. Espero q c diviertan, pero a ninguna de uds les gustaria q falt a su cumple por salir con mis amigas. Espero no c resientan”. Conociendo a Paula debe estar enojadísima. Pero bueno, esa noche no la pasé bien, quería tener el poder de dividirme en dos, tampoco la hubiera pasado bien si me hubiera ido con las chicas porque hubiera faltado al cumpleaños de mi amiga. No la hubiera pasado bien de ninguna manera, porque es un compromiso tener dos invitaciones de gente a la que quieres mucho y con la que deseas compartir gratos momentos. Creo que mejor me hubiera hecho la enferma, hubiera faltado a los dos lugares y así estuviera tranquila, porque aunque sea bochinchera, cabreada, enojona y todo lo que sea, lo que menos me gusta es que alguien se resienta conmigo.