Juan Pablo II

Hoy es una semana desde que Juan Pablo II falleció. Sin duda el mundo pierde a un hombre sencillo que supo manejar acertadamente (a mi criterio) su responsabilidad de ser el máximo representante de Dios en la tierra.
La postal y la foto de la imagen es un regalo que Kelly me trajo de Cánada en el año 2003 cuando se fue al encuentro de los jóvenes con el Papa.

La semana pasada más de dos millones de personas se acercaron a darle el último adiós. Jamás ha existido un funeral donde halla asistido tal cantidad de gente. Se necesitaba esperar cerca de 20 horas en la fila para poder llegar al interior de la basílica y verlo por última vez.
Sin duda, la característica que más arrancó comentarios negativos del Papa fue la que le sirvió para ser tan amado y conocido: ser viajero. Tenía la firme convicción de que solo conseguiría la paz en el mundo si predicaría en cada país el amor.
El máximo representante de Dios en la tierra fue capaz de perdonar al hombre que intentó matarlo y pedir perdón a los judíos por el desinterés de la Iglesia. Será muy difícil olvidar su paso por este mundo.
Un niño a un reportero de noticias cuando le preguntó qué sentía por la muerte del papa le dijo: “Estoy muy triste porque el Papa era un hombre magnífico”. “Magnífico” pensé, “esa es la palabra precisa, magnífico”, la inocencia de ese niño hizo que esa palabra aflore con la más dulce naturalidad. A mí nunca se me hubiera ocurrido.
Y aunque muchos no estén de acuerdo con que el Vaticano maneje tanta riqueza (algunos amigos míos me han dicho que no están de acuerdo que el Papa se forre de oro mientras hay muchos pobres en el planeta. También hay políticos que se forran de oro y sin embargo mis amigos están de acuerdo con su ideología, pero bueno, cada quién puede opinar como le parezca), es imposible pensar que algún humano, católico, ateo, agnóstico, anglicano, musulmán, judío, etc, etc, halla desconocido quién era Juan Pablo II. Y si alguno de ustedes no conocía quién era Juan Pablo II (porque aunque parezca increíble siempre hay alguien que rompe la regla), después de leer este post ya conocen algunas de las cosas que al menos a mí me han llamado la atención de su vida. Y cuando sus hijos les pregunten: “Papi, mami. Quién era Juan Pablo II?” No olviden decirles que fue un hombre magnífico.