domingo, mayo 14, 2006

Feliz Día de las Madres

Pongo un editorial de Viviana Holguín de Hidalgo que salió hoy en La Revista y me gustó mucho (seguramente a muchas de nosotras nos tocará vivir algo así!):

Madre de Fin de Semana

Llevo algunos años siendo el claro ejemplo de una mujer de hoy... ¡Y qué bien se siente! No hay mayor satisfacción que salir a trabajar diariamente sabiendo que la desigualdad femenina es cosa del pasado. Yo formo parte de ese desarrollo, salgo, produzco, tengo una clara meta profesional y disfruto una independencia económica que me permite comprarle a mi esposo un buen regalo de cumpleaños sin necesidad de que él mismo lo cancele a través de la tarjeta de crédito. ¡Qué satisfacción más grande ser una mujer de hoy!

Y mientras coordino los pendientes del día, ensimismada por mi ego laboral, el teléfono me advierte que mi hijo mayor vuela en fiebre nuevamente. Y entonces mi amor de madre sale corriendo al pediatra tratando de ignorar las facciones contrariadas de mi jefe... y es que no sé si esa mirada es por lo de hoy o por la reunión de padres de familia de la semana pasada o por la infección en la garganta de mi hijo menor hace tres días.

...Pero no importa, regresé justo a tiempo a la oficina para atender mi última cita. ¿Quién dice que una madre trabajadora no puede hacerlo todo? Así es, tenerlo todo bajo control ha sido una mera cuestión de dedicación y organización. ¡Es más fácil de lo que parece!... pensaba alentadoramente al conducir de regreso a casa.

Al meter mi carro al parqueadero comienzo a sentir una pequeña mezcla de sueño con cansancio. Pero no importa, porque la verdad es que mi trabajo vale la pena. Y entonces empiezo a subir medio muerta las escaleras, para llegar y morir por completo cuando mi hijo (ya obviamente aliviado) me recibe con su metralleta y un “te maté mami” como bienvenida. Pero no importa, como soy una mujer de hoy, entre balazo y balazo aprovecho para recargar nuevamente mis baterías..., a la vez que trato de no dejarme perturbar por el contenido psicosocial del juego.

Después de esa media hora de violencia amorosa, decido entrar a la paz de mi hijo de 8 meses, quien recién acaba de levantarse de su siesta para comer, bañarse, llorar y volver a dormir... y hablando de dormir, hoy es primer día de la semana en que talvez no me duerma antes que ellos.... Pero no importa, todavía tengo el fin de semana para darles tiempo... calidad de tiempo.

Y llegan por fin esos dos días que son exclusivamente para ellos. En los que me propongo de corazón ser una madre de verdad. Una madre que se da cuenta los sábados que desconoce muchos de los juegos de sus hijos; una madre que por no pelearse con su hijo mayor el poco tiempo que tienen juntos, le permite comer comida chatarra; una madre que mientras abraza a su hijo menor llora pidiendo los brazos de “Coco”, su niñera (y verdadera madre de lunes a viernes).

Pero nada de eso importa, porque soy una mujer de hoy, que ayudo económicamente al hogar pagando sueldos para que otros se encarguen de mis hijos... excepto los fines de semana por supuesto, en que soy calidad de madre al 100% (excluyendo el momento en que aprovecho para ir al supermercado, ir a la lavandería, llamar al electricista, cumplir con mi rol de hija, esposa, amiga, jardinera, ama de casa...). Y en una cuestión de pocos momentos, llega el domingo de noche, desgarrándome como cada semana un dolor inconsolable, el cual solo una porción de este desaparece al soñar que esta semana sí tendré más tiempo. Sí, no hay duda que soy una mujer de hoy... Pero con la plena convicción de una mujer de ayer.

Para todas las madres que leen este blog,
para todas las madres de los que leen este blog,
para todas las madres que son mis amigas y conocidas,
para todas las madres de mis amigos y conocidos,
para todas las madres de este país y del mundo,
para todas las madres de mi casa...

FELIZ DIA DE LAS MADRES!!!

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